El 2do domingo del mes de
setiembre se celebra a nivel nacional el día de la familia. Se busca valorar y revalorar la importancia
que tiene la familia en nuestras vidas y los roles que nos toca cumplir como
integrantes de nuestro círculo familiar. Nuestra familia está integrada no solo
por nuestros padres, hermanos (si lo tuviésemos), tíos, primos, abuelos,
etcétera. El vínculo familiar se forma por sentimientos desigualmente
distribuidos pero en fin, sentimientos proyectados a todos los miembros de mi
familia, quizás a mi papá quiero más que a mi mamá o viceversa. Los
sentimientos no entienden de razones, por si acaso. La familia desde nuestra etapa
más básica de desarrollo nos moldea, nos va definiendo en nuestra conducta,
carácter y actitud; no es determinante pero si influye y mucho las costumbres,
hábitos, educación y cultura de la familia en cada uno de nosotros. La figura
paterna es la que nos debe trasmitir temple y fortaleza, y la figura materna
nos debe enseñar nobleza y paciencia. La importancia de los modelos cercanos
(papá y mamá) son claves para el adecuado desarrollo del niño, la asistencia de
los padres es fundamental para los más pequeños. La reflexión de hoy que no pase solamente por
recordar la importancia de la unión familiar sino por la gran responsabilidad
de tener una familia. La inconsecuencia de los adolescentes en estos tiempos es
cada vez peor, la mayoría de ellos tienden a dejar sus hijos a sus padres, y la
mamá creyendo que le hace un bien lo está perjudicando a largo plazo a su nieto
y a su propio hijo o hija. El
paternalismo y maternalismo en estos casos es muy malo, cabe recordar que todo
sufijo “ismo” expresa totalidad o extremo, sabiendo que todo en exceso hace
daño no hagamos más daño y no nos hagamos daño tampoco. El reto de la vida no
es solo vivir y lograr cosas sino para que vivir, por que vivir y que dejo a
este mundo, que herencia le dejo a la humanidad… Por ahí el asunto de la
importancia y valoración de la familia. Tenemos un gran trabajo en común como
sociedad, la de ir formándonos y transformando quienes están con nosotros, muchas
veces el ejemplo es el mejor maestro y siendo buenos miembros de familia podemos
aspirar con optimismo a una sociedad mejor.
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