Desde
el año 2007, se declaró el día 18 de febrero como “Día Internacional del
Síndrome de Asperger” en recuerdo del nacimiento de Hans Asperger. Este año,
2015, se cumplen 71 años de la publicación por parte de Hans Asperger de su
trabajo sobre la definición de la “psicopatía autística en la infancia”. La
causa exacta de este trastorno se desconoce hasta la actualidad, pero es muy
probable que una anomalía en el cerebro sea la causa del síndrome de Asperger.
Es posible que intervengan factores genéticos, ya que el trastorno tiende a ser
hereditario, pero no se ha identificado un gen específico. El síndrome de
Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) o un trastorno del
espectro autista. La principal diferencia entre el síndrome de Asperger y el
trastorno autista es que los niños con asperger no presentan retrasos
cognitivos ni del habla. Esta afección se presenta más en niños que en niñas y
según la CIE-10 este trastorno se manifiesta más en varones (aproximadamente de
8 a 1). Hay una serie cómica de los estados unidos en el que el personaje
principal tiene el síndrome de Asperger (recomiendo verla para una mejor
ilustración), se trata del carismático Sheldon Cooper (ojo el personaje, no el
actor), de la serie televisiva The Big Bang Theory. Este trastorno se
caracteriza porque quien lo padece manifiesta intereses limitados o una
preocupación inusual y obsesiva con un objeto o un tema en particular, llegando
a excluir otras actividades y temas de conversación. Las personas que lo
padecen suelen tener una inteligencia normal o ligeramente por encima de la
media, pero muestran rutinas o rituales bien marcados, así como una tendencia a
hablar de manera demasiado formal o monótona y a interpretar figuras retóricas
e ironías de manera literal, por ejemplo si se le dice a una persona con
asperger que “me duele la cabeza y siento que me va explotar” el que padece de
esta alteración pensará que hay un cuerpo extraño que produce el dolor o quizás
que hay una bomba que hará explotar la cabeza. También presentan un
comportamiento peculiar, la ausencia de espontaneidad, la poca flexibilidad
conductual y las estereotipias son señales claras que suman una incapacidad de
interactuar exitosamente con los demás. Las personas con síndrome de asperger
no se aíslan del mundo de la manera en que lo hacen las personas con un
trastorno autista. Con frecuencia se acercarán a otras personas, sin embargo,
sus problemas con el habla y el lenguaje en un escenario social a menudo los
llevan al aislamiento. No reconocen la necesidad de cambiar el volumen de su
voz en situaciones diferentes. Tienen problemas con el contacto visual, las
expresiones faciales, las posturas del cuerpo o los gestos (comunicación no
verbal). Pueden ser estigmatizados por otros niños como "raros" o
"extraños". Pueden hablar en un tono monótono y pueden no reaccionar
a los comentarios o emociones de otras personas. Además no pueden entender el sarcasmo o el humor y entienden
los enunciados metafóricos de forma literal, como ya antes lo había mencionado.
La torpeza física y la ausencia de empatía hacia los demás son otros rasgos característicos
de este trastorno que se suele diagnosticarse en edad escolar ya que esta etapa
se comienza el proceso de socialización y cuando hay problemas muy marcados en
el comportamiento del alumno, no se duda en ponerlo en observación y derivarlo
al psicólogo. Se cree que científicos como Albert Einstein o Isaac Newton,
artistas como Miguel Ángel y músicos brillantes como Beethoven pudieron padecer
del síndrome de Asperger.
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