Según el psicólogo Barry Schwartz
los regalos son una de las formas de transmisión de la imagen que los otros
tienen de nosotros. Todos salvo algunas excepciones esperamos con ansias los
regalos de navidad, se dice que todo lo que obsequiamos es una mera atribución
consciente o inconsciente que se proyecta en el obsequio, por lo tanto el
regalo no solo nos dice la imagen que tienen de ti, sino que expone el carácter
y la forma de pensar de quien da el regalo. La forma de obsequios están sujetas
al tipo de donante, consideraremos los principales: en primer lugar se ubica el
donante genuino, es aquella persona honesta y respetuosa con el regalo que
hace; luego encontramos al competidor nato, es aquella persona que siente un
compromiso de competencia con los demás para hacer el mejor regalo; el donante
lobo con piel de oveja, es la persona hipócrita que le gusta recibir buenos
regalos y aparenta una importancia
desmedida de sí, sino hay buenos regalos de seguro no reparará en mostrar su
fastidio; el manipulador, es el donante
que suele dar regalos desatinados que lleva a herir a quien lo recibe, puede
que sea con o sin intención pero el daño ya está; el condicionador, es quien te
hace un regalo impensado pero trae consigo un favor que por moral y o gratitud
estamos obligados a cumplir; y por ultimo está el que se queja de todo, es esa
persona que no se contenta con ningún regalo recibido y mucho menos emitido, es
fácil de detectar porque siempre hay que escuchar sus quejas e
inconvenientes. Lo más importante de
este tipo de prácticas convencionales es realizar la valoración del regalo, si
es bonito, feo, barato o costoso, eso es relativo; el atribuirle un valor es
una forma de identificar la intención que hubo del donante en realizar el
obsequio, en estos casos es buena, mala o indiferente.
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