La navidad representa una fecha
importante para nosotros, es una fecha en la cual entramos en una sensibilidad
especial y donde la nostalgia se manifiesta en todos nosotros en sus diferentes
matices y tonalidades. Las vacaciones de navidad pueden ser una fuente de
conflictos personales y familiares para muchas personas, cada persona vive la navidad
de forma muy diferente, dependiendo de su religión, cultura, antecedentes
familiares, etc. Las familias tienden a ser peculiares por la particularidad de
sus integrantes y muchas de ellas entran en conflictos. Hay tipos de conflictos
familiares en navidad bastante definidos en el que encontramos por ejemplo los
conflictos familiares permanentes, que se caracteriza por el contraste de
hábitos navideños entre integrantes de la familia, el solo hecho de no cenar
juntos o terminar la cena y luego irse puede significar una lidia difícil de
esquivar, suele darse con frecuencia entre hijos adolescentes y padres; los
conflictos propios de estas fecha hacen mención a aspectos cotidianos como el no saber que cenar, si pavo o lechón
o tal vez pollo, el solo hecho de no ponerse de acuerdo que se cenará y donde
se cenará puede resultar muy estresante; hay también familias con conflictos
profundos, resentimientos fuertes entre hermanos o entre padres e hijos, que puede
ser por recelo, fuertes peleas no subsanas,
disputas patrimoniales, etc. Con esto queda claro que ninguna navidad es
perfecta y menos cuando el mundo comercial tiene una guerra abierta durante la
navidad hacia el consumidor. Anuncios, medios de comunicación y el comercio
mismo realizan bombardeos continuos con escenas de felicidad y plenitud con el
único objetivo de estimular a nuestro cerebro a consumir o realizar compras
compulsivas, que el bombardeo publicitario no nos haga olvidar lo que realmente
significa la navidad. Que la unión familiar, la reflexión y el amor abunde en
nuestros hogares antes, durante y después de la navidad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario