La motivación es un proceso dinámico e interno que hace
referencia al deseo de querer cubrir una necesidad. La motivación nos mueve a
realizar unas conductas y a no hacer otras, dependiendo de nuestros motivos expresados
como deseos, pulsiones o necesidades, que se producen en cada momento.
Todos nosotros venimos con motivaciones "de
serie", sin las cuales no podríamos vivir, tales como el hambre, la sed,
el sexo o el sueño. Estos motivos son de carácter biológico. Más adelante, y a
medida que avanza el proceso de socialización vamos adquiriendo otros, tales
como la motivación de logro, poder o afiliación.
La mayoría de las personas utilizamos el término motivación
para decir que tenemos ganas de hacer algo y desmotivación para indicar lo
contrario. Pero, siempre hay motivos, por lo tanto nadie está
"desmotivado".
Me explico. Cuando nos invade la pereza y no tenemos ganas
de ir a trabajar, estudiar o realizar una tarea engorrosa no es que estamos
desmotivados, sino que estamos muy motivados, pero para realizar una tarea
distinta, tal como quedarnos en la cama, ver televisión o salir a pasear.
Pero claro, la mayoría de las veces nos reponemos y hacemos
"lo que tenemos que hacer". ¿Por qué? Pues simplemente porque hay motivaciones
más importantes que otras. A veces estudiamos para lograr nuestras metas, otras
veces vamos a trabajar para ganar dinero y conseguir un determinado estatus o,
simplemente para poder comer, etc. Siempre hay un motivo para nuestra conducta
y normalmente, es el vencedor de una encarnizada lucha interna.
En definitiva, la próxima vez que estés
"desmotivado", párate un momento y piensa para que estás motivado. Si
puedes vé hacia tu motivación, si no busca tus razones para hacer lo que haces.
Y ojo, siempre las hay.
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