domingo, 18 de enero de 2015

ERRORES, GAZAPOS Y LIGEREZAS

El Error es un acto común, todos lo hemos cometido sin excepción alguna, a veces no nos damos cuenta y creemos que no nos equivocamos, pero lo que pasa es que “no se toma realmente conciencia de los cosas que estamos haciendo” por eso actuamos deliberadamente y con toda impunidad erramos. Lo ideal es evitar los errores voluntarios, esos que ocasionan sufrimiento y desdicha a otros; los errores involuntarios parecen ser inevitables, son aquellos que no son planificados, son hechos producidos por variables que están por lo general  fuera de nuestro control.  Podemos considerar que hay errores que son servibles y otros que no. Por ejemplo el aprender a manejar bicicleta (muchos nos hemos caído, nos hemos equivocado para aprender), cuando alguien quiere aprender algo tiene que hacerse partícipe de esa actividad, de lo contrario no aprenderá como es debido.  La sentencia latina “Errare humanum est” significa “Errar es humano”, esta sentencia quiere decir que: equivocarse es parte de la naturaleza humana; sin embargo, esto no puede ser un factor atenuante para repetir un error, sino un medio para aprender de la experiencia. Todos sin excepción tenemos una disposición natural a errar, fallar o equivocarnos; y es por el simple hecho de que somos seres imperfectos.  En el caso del amor cuando se cometen errores en la elección de pareja se dice muchas veces que se estuvo ciego, y por eso la frase popular de “El amor es ciego”. Yo discrepo de esta frase, no la rechazo en su totalidad pero diría que “El amor no es ciego, sino hipermetrópico”. La Hipermetropía es una alteración de la visión que consiste en no poder reconocer los objetos que se encuentran cercanos a nosotros siendo así difusa la visión de estos objetos, por tanto es una incapacidad para poder ver con nitidez los objetos cercanos. En el enamoramiento pasa lo mismo, tiene sentido ya que mientras más vas conociendo a la pareja (interiormente), uno puede ir conociendo más de cerca a esa persona y puede ir desanimándose  ya  que  podría percatarse de un montón de defectos, vicios y actitudes jamás antes vistas en las primeras semanas de enamorados. Lo anteriormente señalado se da en el proceso inicial del enamoramiento y se caracteriza exclusivamente porque hay una “idealización” a la pareja como una persona ideal, fantástica o hasta única en el peor de los casos. Los adolescentes suelen ser (por una cuestión de desarrollo) “los caseritos” en este peaje de la vida que todos pasaremos o hemos pasado. Mantenernos conscientes y atentos nos permitirá estar en alerta ante cualquier tipo de eventualidad o problemática que pueda presentarse, lo sensato en el mejor de los casos es dar siempre la cara, afrontar el problema y solucionarlo como es debido.


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