Hasta hace algunos años saber
leer era posiblemente uno de los logros más importantes que exhibía un estudiante al terminar la
primaria. Pero cualquier joven diría que ya aprendió a leer en el primer grado
de primaria. Y si, es posible que el profesor le haya dicho “Ya sabes leer
Juancito”, pero en realidad solo ha captado los rudimentos o sea las bases
mínimas de la lectura. Saber realmente leer es algo que requiere mucho
esfuerzo, práctica y tiempo. La lectura es una actividad fisiológica y mental
de captación de mensajes escritos, esta actividad puede quedar como una simple
comprensión del material leído o puede en ocasiones demandar una actitud
reflexiva y pensamiento crítico en el lector. Ya Confucio decía de la lectura
lo siguiente: “Leer sin meditar es una ocupación inútil”. Hay una clasificación
general de tipos de lectura que son: La lectura informativa, recreativa, de
estudios y literaria. En la informativa se consideran las revistas y los
diarios; en la recreativa los chistes, comics y ahora las redes sociales; en
los estudios la lectura está orientada a disciplinas específicas (libros) para
la formación del lector y en la literaria la lectura invita al placer de leer.
Es conveniente apreciar esta diversidad porque un buen lector tiene que estar
acostumbrado a manejar textos de todo tipo, ojo que no llamaría la atención que
el estudiante le pierda el sentido a la lectura si todo el tiempo se dedica a
un solo tipo de lectura (en este caso lectura de estudios). Lo recomendable es
familiarizarse con materiales de diverso tipo. Un profesional, estudiante o en
general una persona adulta entendida y consciente dedica horas de su tiempo a
la lectura de periódicos, revistas, novelas, etcétera. Ahora hay textos que son
lecturables y otros que son legibles. Un texto lecturable es en general un
texto que por su contenido se puede leer; un texto legible es aquel que cumple
con aspecto como la impresión, tipo de letra, espaciado, márgenes, etcétera. Hay
libros que no son legibles presentándose dificultad en la lectura e invita al
lector a no continuar con dicho contenido por más lecturable que resulte el
texto. La estimulación y la práctica de la lectura en edades tempranas,
consolidará un buen aprendizaje de la lectura en los estudiantes. “El leer es
una habilidad, y como toda habilidad para que sea bien aprendida tiene que ser
bien practicada”. Manuel Pantigoso destacado profesor de letras dice: “El
hombre que no lee empobrece su lenguaje”, por otro lado José Martí ilustre
personaje de la literatura latinoamericana decía que: “Saber leer es como saber
andar y saber escribir es como saber ascender”. En tal sentido tanto los
profesores como los alumnos deben dedicar sus mayores esfuerzos para mejorar la
capacidad lectora, tal tarea es
compromiso de todos y si tenemos éxito la recompensa será grande, ya que
estaremos mejor formados para enfrentarnos a la vida.
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